Al día siguiente llegué puntual a las 9 de la mañana (habéis visto el vídeo anteriormente), y me hicieron las correspondientes indicaciones. Me presentaron a Messi10 y me llevé una grata sorpresa porque los del norte nos calamos a la primera, es un chaval majísimo, con la suerte de ser muy atractivo, y que se había operado previamente en Turquía sin obtener el resultado deseado. Pero dentro de lo malo hay que decir que aparentemente no tenía una mala zona donante, ni tampoco una mala imagen en la donante (habría tratado de cubrir las entradas).
Aquí estoy yo esperando en una sala extremadamente iluminada, algo que odiamos los operados, y más si tenemos 46 años y mal humor
A continuación el doctor estuvo alrededor de 1 hora y media planificando la operación, tomando las medidas para un correcto dibujo, y preguntándole a Messi10 hasta que estuvo contento con lo que veía.
La planificación fue de 1.300 grafts en la coronilla durante ese día y otros 1.200 en el frontal al día siguiente.
Tengo que decir en este punto que la meticulosidad del doctor en este aspecto y en otros que os explicaré más tarde rozan lo obsesivo. O sea, el doctor controla en todo momento los tiempos en los que las unidades están fuera del cuerpo, así como su temperatura, y eso junto a que desea que el paciente no se canse en exceso hace que limite la extracción diaria a unos 1.800 grafts (pudiéndose alargar si la cifra es un poco superior). En casos como eran 2.500 grafts decidió partirlo a la mitad para que al final el paciente tuviera más o menos 2 horas de extracción, se parara a tomar un aperitivo, y luego otras dos horas para injertar los grafts y finalmente comer y marcharse al hotel.
Comenzaron las primeras fotos con pelo seco y mojado:
Y después vino el rasurado, donde se pudo comprobar el trabajo anterior así como dos zonas encima de las orejas donde Messi10 tiene una pequeña calva simétrica de nacimiento que también quiso reparar:
Y seguidamente llegó el momento más temido por Messi10, tumbarse en la camilla y aplicarle la anestesia. Él (al igual que muchos otros que lo han contado en este foro) me manifestó haber tenido una experiencia muy dolorosa y desagradable al respecto, y yo le tranquilicé diciendo que una operación capilar no era nada dolorosa, salvó algún momento puntual en el que se puede notar durante unos segundos algo de escozor por la anestesia.
Pudo comprobar que lo que le conté era cierto, y además el doctor Bruno Pinto y sus enfermeras son especialmente meticulosos a este respecto, adecuándose en todo momento a la zona a tratar y al estado de la piel (recordemos que la zona donante tenía una operación previa y el tejido estaba cicatricial).
Llegados aquí tengo que comentaros que el quirófano es muy inusual ya que es abierto y con cristaleras. Está divido en 3 partes, una de ellas separada por un gran cristal desde el cual un familiar puede entrar para ver y comprobar cómo se encuentra el paciente. La sensación es muy gratificante, y más si tal como vais a comprobar, el equipo está obsesionado con la "asepsia", o sea, todos los métodos aplicados para la conservación de la esterilidad, presentación y uso correcto de ropa, instrumental, materiales, equipos, etc, con el fin de evitar cualquier tipo de contaminarlos en todo procedimiento quirúrgico. En mi humilde opinión me pareció incluso excesivo, pero al doctor y a las enfermeras les complace trabajar así y además considera que si se puede ganar un 1% de supervivencia para él es suficiente.
En definitiva, una vez se entra en el quirófano, se lavan, se ponen los guantes, y ya no se vuelve a tocar absolutamente nada sin protección. Gastan más gasas en 1 día de quirófano que otros en 1 mes.
A eso hay que sumarle el control de temperatura de toda la instancia, con dos termómetros, uno ambiental y otro en la mesa donde trabajan las enfermeras donde hay un poco más de calor debido a la luminosidad que necesitan en los microscopios.
Comienza la faena:
https://www.youtube.com/watch?v=mrR0tNy_K8w
Continúa.../...
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