PARTE 2
DIA 0
Como digo salgo del hotel para conocer las inmediaciones. Lo primero que hago es cambiar a la moneda local en uno de las abundantes casas de cambio. La regla e sencilla, multiplicar por 4 para pasar a Liras o Dividir entre 4 para pasar a Euros. Estoy en medio de la plaza de Taksim, donde hay un gran bullicio de gente debido entre otras cosas a que se celebra una especie de feria regional.
Decido cenar pronto pues aparte de hambre tengo gran curiosidad por conocer la cocina turca.
Comprueba que muchos por no decir casi todos los platos son a base de cordero y berenjena, cosa que me agrada. Continúo el paseo, parando en cada escaparate. Me llama la atención la cantidad de dulces que hay.
Paseando por las calles recibo la llamada de Antonio, el representante en España. Me llama para comentarme que hay otro español que acaba de llegar al hotel, y que si me importa que nos ponga en contacto. Por supuesto le digo que en absoluto. A los 10 minutos me llama, se llama Pedro. Quedamos cerca de la plaza Taksim para cenar y dar una vuelta. Pedro es andaluz (como un servidor), un tipo encantador, que para suerte mía ya conocía Estambul de haberla visitado hace años. Tras pasear por la concurrida calle de Taksim y picar algo, me propone ir a la azotea de un hotel desde el que hay unas vistas fantásticas de la ciudad. Por supuesto que acepto encantado:
El lugar no defrauda.
Ya son las 23:00, decidimos volver andando hasta el hotel, debemos comprobar en el tablón a qué hora nos recoge el chófer para tener la consulta con el Doctor Serkan. Al llegar, vemos que nos han puesto la misma hora (las 13:00), por lo que acordamos madrugar para aprovechar la mañana y regresar al hotel para el traslado.
DIA 1
Tras comprobar que es cierto aquello que dicen sobre los desayunos turcos, emprendemos la marcha.
Se nos da bien la mañana, y en tan solo 3 horas nos da tiempo a patearnos "media ciudad" (es un decir, Estambul es INMENSA) mer refiero a las zonas turísticas por excelencia. Vemos la torre Galata (una de las más antiguas del mundo), el Puente Galata (famoso por sus restaurantes en la planta baja) y el gran bazaar, donde me quito de un plumazo muchos encargos y compras que tenía:
Durante este paseo Pedro me comenta que es médico de familia, cosa que me tranquiliza mucho (la sombra de las "low cost" seguía azechando), pero si un médico español decide operarse allí, no será tan malo como lo pintan algunos.
Regresamos al hotel para dejar las compras en la habitación y esperamos a que el chófer nos recoja. Nos trasladan a la clínica, que resulta ser un módulo anexo al hotel Marriots, cosa que también me da bastante tranquilidad.
Al entrar en la clínica me impresiona la buena imagen del centro, todo muy moderno y limpio. El comentario de Pedro fue "comería en este suelo":
En todo momento me acompaña Teresa, la intérprete para Español. Teresa es muy atenta, nos pregunta a Pedro y a mi si hablamos inglés, yo respondo que si, a lo que me responde que cuando tenga la consulta con el Doctor puedo hablar directamente con él en inglés o que ella traduzca, cosa que agradezco.
Nos hacen los análisis de sangre pertinentes (dos pinchacitos de nada), simplemente para comprobar que estamos sanos, y nos llevan a la zona de consultas, donde de nuevo nos llevamos una gran sorpresa. Me viene a la cabeza el término "low cost" y suelto una carcajada entrecortada:
Sala principal
El doctor conversando con una ayudante
Consulta del doctor
Teresa y yo esperamos en la consulta a que llegue el doctor, mientras tanto me ayuda a rellenar un formulario (lo típico, enfermedades, alergias, etc.)
Llega el Doctor, apretón de manos, y en seguida inspecciona mi cabeza. Me comenta los pormenores del planteamiento que tiene pensado para mi operación. Aquí tengo en mente los comentarios que leí en este foro acerca de la asertividad o antipatía del doctor en el trato. Yo la verdad es que no lo encontré frío ni antipático, simplemente directo y claro, cosa que agradezco. Dedicó unos 10 minutos en explicarme lo que podría haberme explicado en 3 minutos, por lo que no me pareció tan escueto ni frio, la verdad. Me dibujó media cabeza y se fue a ver a otro paciente a la sala de al lado (hay varias consultas similares, donde el doctor visita a varios pacientes, creo que son 3 consultas en total).
Teresa me explica que cualquier duda que tenga o sugerencia no me corte, que el doctor volverá las veces que haga falta. Le pido que me de un minuto y cojo uno de los espejos para verme más detenidamente el dibujo... Cojo mi movil, comparo con fotos de mi adolescencia... Y le pido a Teresa que llame al Doctor para sugerirle un pequeño cambio. El doctor tarda unos 6 minutos (está terminando de atender a otro paciente, creo que a Pedro), y regresa. Le comento que me gustaría bajar un poco la línea, a lo que se queda pensativo. Me dice que habría que aumentar el número de extracciones de las 3.200 planteadas inicialmente en la consulta, hasta las 3.500. Me baja un poco la línea (pero no la frontal, sino los vértices que van hacia las entradas) y acordamos el dibujo definitivo. Teresa saca fotos y terminamos.
A partir de aquí voy a ser menos exhaustivo con los detalles del viaje, simplemente comentar que el hecho de tener tantos días libres para hacer turismo consiguió que me olvidase de que había viajado para operarme. quedaba toda la tarde del sábado y todo el domingo para conocer la ciudad, merece mucho la pena.
DIA 2
Turismo, llega otro español (Jesús) encantador también, ya somos el trío calavera. Hacemos piña y visitamos la ciudad juntos.
Es Domingo noche, regresamos al hotel, vemos que mañana nos recogerán a las 07:45 para tener la intervención. No podemos dormir y además juega el Madrid, así que nos vamos a un bar junto al hotel para ver el partido. Nos dan las 12 o la 1. Dormidina y a la cama
DIA 3
Suena la alarma, suena también el teléfono de la habitación (el recepcionista está al tanto de los horarios de cada paciente, en este aspecto la sincronización hotel-clínica-chófer-representantes es perfecta).
Desayunamos abundantemente por recomendación de la clínica, va a ser una mañana larga. Nos dirigimos a la clínica, Teresa nos espera. Nos cambian de calzado y nos ponen una bata, accedemos a la zona de las salas quirúrgicas. Nos dan una pastilla tranquilizante, nos advierten que también nos dará algo de sueño. Me meten en una sala, y una enfermera (o auxiliar, o técnico, ni idea de su rango, pero era muy guapa) me rapa la cabeza. Pedro anda también por ahí rapándose. Me cambian a la sala de al lado, donde se llevará a cabo todo el proceso. El equipo que me ha tocado se presenta y me dan los buenos días. Creo recordar que era un chico y 3 chicas. Lo que si recuerdo con claridad es la amabilidad y cordialidad constante, los contínuos gestos para con mi persona, preguntándome si estaba bien cada 2x3, acariciándome la espalda... de verdad, en este aspecto un 10. He pasado por quirófanos en 8 ocasiones por motivos no estéticos y os aseguro que como el trato que recibí ese día, en ninguno. El chico me dibuja la zona segura para la extracción, me ponen boca abajo en la camilla y proceden con los pinchazos de la anestesia.
Por lo que he entendido, a unas personas les duele más y a otros menos (los pinchazos), a mi me dolieron bastante (más que nada porque son muchos, unos 15 o 20 creo recordar), pero son soportables (en mi caso, en el límite) y la buena noticia es que después de eso ya no notas nada de dolor, al menos en mi caso.
Me quedo dormido durante la hora o hora y media que dura la extracción. Me despierto/an, el Doctor Serkan ha llegado, me comenta que "sólo" han extraído 3.200 grafts, y que le gustaría extraerme otros 300 de la barba (cosa que no estaba prevista). Me lo dijo con un tono que al menos yo entendí me estaba pidiendo casi permiso. Obviamente le dije que si, que lo que hiciera falta. el doctor procede a trazar de nuevo la línea que acordamos en consulta, guiándose por las fotografías que tomó Teresa, y se marcha.
Pido a una enfermera que me acerque mi móvil y aprovecho para tirarme una foto de la zona donante (aunque ya tenía parte tapada):
Ahora proceden a inyectarme la anestesia para la barba, que también duele, pero son menos pinchazos (unos 6) además ya estaba más adormecido por el efecto del tranquilizante y como que me dolía pero me importaba menos... Comienzan a extraerme los folículos de la barba, y ya me quedo dormido hasta el final de la operación. Me despierto y son las 13:30 (entré en esa sala a las 08:30 creo recordar). 5 horas que han pasado como 15 minutos... genial. Le pregunto el chico qué tal ha ido todo y me dice con voz muy sincera y animada "VERY GOOD! SO GOOD SIR YOU ARE A GREAT PATIENT!" (muy bien, muy bien señor, es usted un paciente muy bueno). Sea verdad o mentira, en ese momento se agradece que te digan eso (después comprobaría que en efecto la operación fue realmente bien).
Me acompañan a la cafetería de la clínica, donde me ponen un vaso de agua, un zumo y una especie de kebab frío, todo muy rico. Allí hay más recién operados tomando su almuerzo... Se nota que es una especie de sala de "observación", te dejan unos 15 minutos:
Saco el móvil, pido la clave wifi a la camarera para escribir a mi mujer y comentarle que todo ha salido muy bien, y procedo a sacarme fotos como un poseso. La camarera me observa a lo lejos y se acerca para ofrecerse a sacarme fotos, cosa que agradezco. Aquí una posando todo feliz con mi futuro nuevo look:
Me sorprende lo fantásticamente bien que me encuentro. De repente recibo un whatsapp de Pedro, él ya está en el hotel porque su operación acabó una hora antes que la mía, me dice que me espera para comer juntos o ver qué hacemos. Ya son las 14:00, Teresa aparece y me pregunta qué tal estoy, me da una hoja con las instrucciones para el postoperatorio, junto a las medicaciones que necesitaré, y me acompaña hasta el chófer.
Llego al Hotel e intercambio risas con Pedro, nos reímos de las pintas que tenemos con los turbantes esos que nos han puesto en la cabeza. Pese a que habíamos comentado que el día de la operación nos quedaríamos en el hotel, lo cierto es que estamos eufóricos y nos encontramos fenomenal, además aún tenemos hambre pues el almuerzo que nos dieron en la cafetería no era muy abundante, así que llamamos a Jesús (él no se opera hasta el martes) y salimos los tres a comer.
A partir de aquí ya resumo mucho:
El postoperatorio está yendo muy bien, no tengo dolores, apenas tengo algún momento con picores en la zona donante, pero muy leves y muy breves. Ni siquiera he tenido que tomar las pastillas para el dolor.
Regreso a casa, el vuelo de vuelta se hace algo más largo y pesado, pero vuelvo ilusionado y contento pues tengo la sensación de que tomé una buenísima decisión. Volveré a Estambul con mi familia, pero seguramente lo haga con melena.
Un saludo.