- Mar Jun 13, 2017 1:52 pm
#596674
¡Buenas tardes a todos!
Como dicen que es de bien nacidos, ser agradecidos, vaya por delante mi agradecimiento a la Dra. Meyer y su equipo (Sara, Miriam, Andrea, Verónica, Daniel…) del que tan buen trato he recibido en este tiempo.
También agradecer a los foreros porque en su día le dediqué una semanita intensiva para empaparme del asunto y, sin duda, fue clave para despejar dudas y animarme a dar el paso.
Mi primera referencia de la Dra., me la dio una amiga dermatóloga de Sevilla. Allá que fui hará unos tres años a su consulta en Málaga por aquel entonces en el hospital Quirón.
El trato fue estupendo y su diagnóstico que con unas 1.500 unidades foliculares, la parte que más preocupaba, la coronilla, quedaría muy bien poblada.
Me informó de las dos técnicas existentes, TIRA y FUE y, como siempre he llevado el pelo más o menos largo y me suponía un esfuerzo importante raparme, me dijo que quizás me convendría la técnica TIRA, ya que al cicatriz era pequeña y quedaría cubierta rápidamente con mi pelo.
Mi situación era algo diferente a muchos otros compis compañeros de batalla capilar, porque yo gracias a los polvitos mágicos de keratina tenía ante el gran público un pelazo importante, así que, el hecho de tener que pasar por el temido “desierto”, amén de lo comentado del rapado, me frenaba muchísimo. Por eso y por el día a día que te come, dejé correr el tiempo sin terminar de decidirme.
Finalmente, hará aproximadamente 6 meses, volví a consulta con la Dra. dispuesto a retomar el asunto porque me incomodaba mucho la dependencia de los polvitos especialmente en época de piscinas, playas, lluvia…
Mi alopecia no había evolucionado mucho y, por tanto, el diagnóstico era esencialmente el mismo. Quizás algo más de entradas y por ello del “ya puestos” me interesé también por “hincarle el diente” a esa zona pero la Dra. me recomendó centrarme en mi principal preocupación que era la coronilla y dejar la parte frontal, si acaso, para más adelante.
Después de darle muchas vueltas al asunto (qué os voy a contar!!), zanjé el tema, cerrando presupuesto finalmente por FUE por eso de evitar la cicatriz y asumiendo el necesario rapado (1.500 unidades foliculares en la coronilla = 4.500 euros). Reservé fecha (7 de junio de 2017), pagué el depósito (500 euros) y aparqué el asunto.
El pasado miércoles día 7, allá que me planté algo antes de la hora indicada (7:30 de la mañana), me registré en admisión, me llevaron a una sala para abrirme una vía y, después de cubrírmela con una venda, me “obligaron” a echarme a la calle a desayunar porque el día iba a ser largo. Eso hice, encontré una cafetería cercana recién abierta, desayuné en condiciones (nada de café siguiendo indicaciones), volví al hospital, me asignaron habitación y allí me recogieron sobre las 7:50 para llevarme a la consulta para el tanteo previo. Sesión de fotos, me raparon los laterales y la nuca y por ahora me dijeron que era suficiente. Me cogieron un quiqui de la parte alta del pelo con una pinza y directo a la faena.
Primero, sesión de pinchazos de anestesia en la zona de atrás y en un lateral, calculo que unos 10/15 minutos liado con el asunto. Molesta bastante tirando a cierto dolor pero para nada es insoportable. Truco: respirar hondo y concentrarte en la respiración.
Te dan un pastillita para relajarte que es mano de santo y os digo que se hace hasta agradable. La zona está completamente insensibilizada, no notas prácticamente nada y hasta pegué varias cabezadas que hizo que la mañana se pasara bastante rápido.
Breve parada para comer en la habitación con mi sorpresa de que la comida estaba bastante buena. En fin, tengo experiencia en hospitales y no es lo habitual.
Repuestas fuerzas, otra vez de vuelta al tajo, pastillita adicional y a por la segunda parte.
En la primera parte de la tarde, se terminaron de extraer las últimas unidades foliculares, poco después la Dra. pasó a diseñar la disposición de los folículos en la coronilla, hizo las incisiones oportunas y, luego, las dos técnicos se pusieron manos a la obra a encajar los folículos.
Fue al principio de esta última parte cuando ocurrió el único momento delicado en toda la intervención en gran parte por culpa mía.
Se había pasado en parte el efecto de la anestesia y sentía como introducían los folículos sintiendo bastante dolor, pensé que como era una etapa diferente, tenía que aguantar y punto y ese fue mi error. Cuando avisé ya era un poco tarde y me había mareado bastante, la Dra. y su equipo reaccionó a tiempo y solo quedó en un amago de desmayo sin mayores consecuencias.
Importante: si empiezas a tener sensibilidad en la zona de trabajo, hay que avisarlo porque para eso está la anestesia.
El resto de la tarde, gran parte durmiendo y la parte final viendo a la selección jugando contra Colombia mientras que las dos técnicos terminaban de encajar los 1.500 folículos.
La cosa se alargó hasta las 23.30 de la noche pero, aunque parezca difícil de creer, a mí se me pasó la tarde volando.
Despedida por parte de las técnicos (Miriam y Sara y creo que me estoy dejando a alguien atrás, mis disculpas!), instrucciones claras y precisas de Sara, siempre con una amabilidad exquisita, entrega por escrito para evitar equívocos y kit de post-intervención con todo lo necesario para pasar la primera semana.
Me dieron a elegir entre tener mi primer lavado en el hospital o hacerlo en casa. Decidí lo primero por asegurar la jugada y allí que estaré este próximo jueves (a los 8 días de la intervención).
Por las noches duermo de lado como un bebé sin mayor complicación porque la zona receptora no me roza de ninguna manera.
Truco: para evitar ponerme bocarriba sin darme cuenta mientras duermo y que se pueda rozar la zona receptora con la almohada, me he cosido a la espalda del pijama una pelota de tenis y mano de santo!
Por lo demás, sigo las instrucciones post intervención a raja tabla (que tampoco me supone mucho porque puedo trabajar desde casa), no he tenido picores durante los primeros 3 días pero ayer y hoy sí que he tenido por las noches cierto escozor/picor por la zona donante. En fin, gajes del oficio y a aguantar el tirón.
En resumen, estoy muy contento e ilusionado por verme pronto sin coronilla, no me veo tan mal rapado, aunque sí que reconozco que me he visto con menos pelo en la zona frontal de lo que yo me pensaba y no ha sido fácil de digerir. Imagino que rapado se marca más la diferencia con los laterales y eso me choca y será solo cosa de dejarlo crecer y verme en breve como antes.
En fin, ojalá, sirva mi experiencia para despejar dudas y aportar tranquilidad en este duro peregrinar que uno tiene hasta tomar la decisión.
Como soy un poco torpe con eso de manejarme por aquí y subir fotos, he dado permiso a Daniel, responsable de comunicación de la clínica, para que vaya poniendo fotos de mi evolución.
¡Un fuerte abrazo a todos, mucho ánimo y mucha suerte!
Como dicen que es de bien nacidos, ser agradecidos, vaya por delante mi agradecimiento a la Dra. Meyer y su equipo (Sara, Miriam, Andrea, Verónica, Daniel…) del que tan buen trato he recibido en este tiempo.
También agradecer a los foreros porque en su día le dediqué una semanita intensiva para empaparme del asunto y, sin duda, fue clave para despejar dudas y animarme a dar el paso.
Mi primera referencia de la Dra., me la dio una amiga dermatóloga de Sevilla. Allá que fui hará unos tres años a su consulta en Málaga por aquel entonces en el hospital Quirón.
El trato fue estupendo y su diagnóstico que con unas 1.500 unidades foliculares, la parte que más preocupaba, la coronilla, quedaría muy bien poblada.
Me informó de las dos técnicas existentes, TIRA y FUE y, como siempre he llevado el pelo más o menos largo y me suponía un esfuerzo importante raparme, me dijo que quizás me convendría la técnica TIRA, ya que al cicatriz era pequeña y quedaría cubierta rápidamente con mi pelo.
Mi situación era algo diferente a muchos otros compis compañeros de batalla capilar, porque yo gracias a los polvitos mágicos de keratina tenía ante el gran público un pelazo importante, así que, el hecho de tener que pasar por el temido “desierto”, amén de lo comentado del rapado, me frenaba muchísimo. Por eso y por el día a día que te come, dejé correr el tiempo sin terminar de decidirme.
Finalmente, hará aproximadamente 6 meses, volví a consulta con la Dra. dispuesto a retomar el asunto porque me incomodaba mucho la dependencia de los polvitos especialmente en época de piscinas, playas, lluvia…
Mi alopecia no había evolucionado mucho y, por tanto, el diagnóstico era esencialmente el mismo. Quizás algo más de entradas y por ello del “ya puestos” me interesé también por “hincarle el diente” a esa zona pero la Dra. me recomendó centrarme en mi principal preocupación que era la coronilla y dejar la parte frontal, si acaso, para más adelante.
Después de darle muchas vueltas al asunto (qué os voy a contar!!), zanjé el tema, cerrando presupuesto finalmente por FUE por eso de evitar la cicatriz y asumiendo el necesario rapado (1.500 unidades foliculares en la coronilla = 4.500 euros). Reservé fecha (7 de junio de 2017), pagué el depósito (500 euros) y aparqué el asunto.
El pasado miércoles día 7, allá que me planté algo antes de la hora indicada (7:30 de la mañana), me registré en admisión, me llevaron a una sala para abrirme una vía y, después de cubrírmela con una venda, me “obligaron” a echarme a la calle a desayunar porque el día iba a ser largo. Eso hice, encontré una cafetería cercana recién abierta, desayuné en condiciones (nada de café siguiendo indicaciones), volví al hospital, me asignaron habitación y allí me recogieron sobre las 7:50 para llevarme a la consulta para el tanteo previo. Sesión de fotos, me raparon los laterales y la nuca y por ahora me dijeron que era suficiente. Me cogieron un quiqui de la parte alta del pelo con una pinza y directo a la faena.
Primero, sesión de pinchazos de anestesia en la zona de atrás y en un lateral, calculo que unos 10/15 minutos liado con el asunto. Molesta bastante tirando a cierto dolor pero para nada es insoportable. Truco: respirar hondo y concentrarte en la respiración.
Te dan un pastillita para relajarte que es mano de santo y os digo que se hace hasta agradable. La zona está completamente insensibilizada, no notas prácticamente nada y hasta pegué varias cabezadas que hizo que la mañana se pasara bastante rápido.
Breve parada para comer en la habitación con mi sorpresa de que la comida estaba bastante buena. En fin, tengo experiencia en hospitales y no es lo habitual.
Repuestas fuerzas, otra vez de vuelta al tajo, pastillita adicional y a por la segunda parte.
En la primera parte de la tarde, se terminaron de extraer las últimas unidades foliculares, poco después la Dra. pasó a diseñar la disposición de los folículos en la coronilla, hizo las incisiones oportunas y, luego, las dos técnicos se pusieron manos a la obra a encajar los folículos.
Fue al principio de esta última parte cuando ocurrió el único momento delicado en toda la intervención en gran parte por culpa mía.
Se había pasado en parte el efecto de la anestesia y sentía como introducían los folículos sintiendo bastante dolor, pensé que como era una etapa diferente, tenía que aguantar y punto y ese fue mi error. Cuando avisé ya era un poco tarde y me había mareado bastante, la Dra. y su equipo reaccionó a tiempo y solo quedó en un amago de desmayo sin mayores consecuencias.
Importante: si empiezas a tener sensibilidad en la zona de trabajo, hay que avisarlo porque para eso está la anestesia.
El resto de la tarde, gran parte durmiendo y la parte final viendo a la selección jugando contra Colombia mientras que las dos técnicos terminaban de encajar los 1.500 folículos.
La cosa se alargó hasta las 23.30 de la noche pero, aunque parezca difícil de creer, a mí se me pasó la tarde volando.
Despedida por parte de las técnicos (Miriam y Sara y creo que me estoy dejando a alguien atrás, mis disculpas!), instrucciones claras y precisas de Sara, siempre con una amabilidad exquisita, entrega por escrito para evitar equívocos y kit de post-intervención con todo lo necesario para pasar la primera semana.
Me dieron a elegir entre tener mi primer lavado en el hospital o hacerlo en casa. Decidí lo primero por asegurar la jugada y allí que estaré este próximo jueves (a los 8 días de la intervención).
Por las noches duermo de lado como un bebé sin mayor complicación porque la zona receptora no me roza de ninguna manera.
Truco: para evitar ponerme bocarriba sin darme cuenta mientras duermo y que se pueda rozar la zona receptora con la almohada, me he cosido a la espalda del pijama una pelota de tenis y mano de santo!
Por lo demás, sigo las instrucciones post intervención a raja tabla (que tampoco me supone mucho porque puedo trabajar desde casa), no he tenido picores durante los primeros 3 días pero ayer y hoy sí que he tenido por las noches cierto escozor/picor por la zona donante. En fin, gajes del oficio y a aguantar el tirón.
En resumen, estoy muy contento e ilusionado por verme pronto sin coronilla, no me veo tan mal rapado, aunque sí que reconozco que me he visto con menos pelo en la zona frontal de lo que yo me pensaba y no ha sido fácil de digerir. Imagino que rapado se marca más la diferencia con los laterales y eso me choca y será solo cosa de dejarlo crecer y verme en breve como antes.
En fin, ojalá, sirva mi experiencia para despejar dudas y aportar tranquilidad en este duro peregrinar que uno tiene hasta tomar la decisión.
Como soy un poco torpe con eso de manejarme por aquí y subir fotos, he dado permiso a Daniel, responsable de comunicación de la clínica, para que vaya poniendo fotos de mi evolución.
¡Un fuerte abrazo a todos, mucho ánimo y mucha suerte!